Ayrton Senna da Silva, fue un piloto de automovilismo de velocidad brasileño, tres veces campeón del mundo de Fórmula 1, Senna está entre los más exitosos y dominantes pilotos de la era moderna y para muchos expertos, es el más rápido de la historia.
La reconocida revista Autosport en el año 2009 se puso en contacto con 217 pilotos y expilotos de la Fórmula 1 para realizar una votación y crear un ranking de los mejores pilotos de la historia, de dicho serial, la lista estaba encabezada por Ayrton Senna.
El piloto compitió en Fórmula 1 para los equipos Toleman, Lotus, McLaren y Williams, entre 1984 y 1994 ganando el campeonato mundial en 1988, 1990 y 1991, siendo subcampeón en 1989 y 1993, tercero en 1987 y cuarto en 1985, 1986 y 1992 acumulando en total 41 victorias (seis de ellas en el Gran Premio de Mónaco, récord para el evento), 80 podios y 65 pole positions en tan solo 162 clasificaciones, con una efectividad del 40%.
También fue aclamado por sus extraordinarios desempeños con pista mojada, el talento de Senna para sobreponerse a la lluvia era celebrado por los admiradores de la Fórmula 1 como un don sobrenatural, pero en realidad se debía a que su primera carrera mojada le salió tan mal que se obsesionó y entrenó duramente cada vez que llovía. Esta es una de las contradicciones de Ayrton Senna que fascinaban al público: era un maniaco y un santo, una estrella del rock y un samurái, arrogante y disciplinado, visceral y espiritual, inmaduro y solemne, conductor tramposo y hombre de Dios. Héroe y villano, según quien cuente la historia.
Su muerte se dio durante el Gran Premio de San Marino de 1994, en Imola el 1 de mayo de 1994, se produjo un gran accidente a la salida y tuvo que ingresar el coche de seguridad que era mucho más lento que los coches en pista. Esto solamente aumentaba las ansias y la desesperación de Senna de poder avanzar rápido (se veía que le hacía señas al coche de seguridad para que fuera más rápido).
La carrera se reanudó en la vuelta 6. En la vuelta 7, el automóvil no tomó la curva Tamburello, sino que salió de la pista en línea recta aproximadamente a 305 km/h e impactó brutalmente contra un paredón de cemento a 218 km/h. La rueda delantera derecha se desprendió y golpeó su casco, mientras que un perdigón de la llanta delantera le atravesó el casco y la visera, ocasionándole fracturas en el cráneo con pérdida de masa encefálica. Si el perdigón hubiera pasado 2 cm más arriba, Ayrton no habría muerto.
Tras el choque, Senna, con serias heridas en el cráneo, yació inconsciente a la espera de que la carrera fuera abortada y la asistencia médica se acercara hasta el vehículo. Fue necesario hacerle una traqueotomía in situ hasta que, minutos más tarde, fue trasladado en helicóptero al hospital Maggiore de Bolonia, donde permaneció en coma inducido algunas horas. Poco después, se confirmó su muerte cerebral, aunque todo apunta a que sufrió una muerte instantánea en el golpe. Al final, la carrera la ganó Michael Schumacher.
Senna es el mejor piloto que he visto conducir un F1... gracias Ayrton
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