
Aquél día, a pesar de haber caído contra los Philadelphia Sixers por 107 a 87, "Su Majestad" se marchaba con una sonrisa y sumamente emocionado.
Dos días antes, el oriundo de Brooklyn se despedía en Washington, ante los 20 mil espectadores presentes en el Center de los Wizards: "No necesito ir a cada estadio a decir adiós porque no me estoy muriendo", aseguraba el inmenso basquetbolista, tras serovacionado por 2 minutos y medio. [Ver más aquí...]
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